Título: Libro sin fin
Las personas se afanaban por archivar los sucesos que acontecían, las leyendas que se narraban, las leyes que se dictaban y las profecías que se vaticinaban. Y fue de allí que surgió el mejor invento del hombre: El libro. Etimológicamente, la palabra libro deriva del latín “liber” y de “biblios” en griego, que significa membrana, corteza de árbol.
Los orígenes de la historia del libro se remontan a las primeras manifestaciones pictóricas de nuestros antepasados, la pintura rupestre del hombre paleolítico. Luego entre el año 3500 y 3100 a. de. C, en las ciudades de las antiguas civilizaciones; en Sumeria (actual Irak), se empezó a escribir sobre arcilla fresca; en Egipto, sobre algunas tumbas, y en Harappa (actual Pakistán), sobre cerámicas. En Egipto se creó el papiro, una especie de papel fabricado con una planta que crecía a orillas del río Nilo. Los egipcios dejaron documentos que proceden de unos cientos de años después y testimonian el principio de la transferencia fonética: los jeroglíficos. Pero es a los chinos a quienes les debemos el invento del papel en el año 105 d. de. Cristo sin contar también que fueron ellos los que publicaron el primer libro impreso. En Europa durante la Edad Media se utilizó el pergamino el cual tenía la ventaja de poder escribirse por ambas caras. Luego se agrupaba en varios pliegos y se cosía formando códices, que poco a poco fueron constituyendo lo que hoy se conoce como libro. El problema era que los libros se escribían a mano y esto demoraba su publicación. Pero en el siglo XV Jhon Gutemberg creó un invento decisivo para la historia de la humanidad: La imprenta. A partir, de su aparición se publicaron miles de obras y sobre todo se incrementó el nivel de alfabetización. Hacia finales del s. XIX, los equipos se perfeccionaron, aumentando la velocidad de impresión. En esta época el papel se fabricó con celulosa y al disminuir el costo de los textos se facilitó el esparcimiento de información durante la Segunda Guerra Mundial. Pero los ácidos de la celulosa destruían el material impreso, así que se empezó a imprimir en papel alcalino. Desde los años sesenta la fotografía y la electrónica han contribuido al desarrollo de las técnicas de impresión; por ejemplo se han creado superficies más duraderas. Con la aparición de la publicación electrónica y la Internet, se ha sustituido el libro tradicional por el libro electrónico conocido como e-book. Esto ha ayudado a disminuir los costos de producción y distribución, que permite así acceder fácilmente al conocimiento.
Es así como a lo largo de la historia del libro hemos encontrado mundos fantásticos, espejos de la realidad, escapes para la mente, transmisión cultural, viajes al infinito, diarios personales, amigos confidentes, criaturas increíbles y reconociendo lo que el proverbio hindú nos dice: “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.”.
Ximena Arias García