martes, febrero 14, 2006

Recuerdos de una casa

El sopor de la fiebre me vencía estaba agotado, no podía mover un dedo mas y mis piernas estaban encalambradas, mi esposa ya también vencida por la fiebre, yacía en la cama sin poder respirar a causa del aire contaminado.
No había ayuda alguna, solo estábamos nosotros dos solos en la casa, una casa vieja, con paredes casi a punto de caerse por la humedad, un suelo frío en el que se escuchaban las pisadas de los muertos, la sala, una sala en donde hacía mucho tiempo nadie se sentaba ni jugaba continental como todos los días, ya no se escuchaban las charlas de antes solo el silbido del aire y el eco de la poca gente que pasaba por esa casa. El comedor donde antes se hacían grandes banquetes y divertidas celebraciones, pero ahora solo veía pan y agua, de vez en cuando carne y muy pocas veces pollo. El baño, el baño estaba sin utilizar ese lugar que siempre sirvió de inodoro ahora estaba solo sin nadie que mirara siquiera el espejo, el espejo que guardaba detrás de sus paredes un tesoro que nunca se encontró y que ahora estaba muy viejo. Ahora recuerdo como era mi casa que ahora solo servía como un viejo hospital de dos ancianos que solo tenían recuerdos.